domingo, 26 de julio de 2009

Talomancia


Por medio de la observación y el trabajo investigativo de campo el equipo de JxB está en condiciones de afirmar que los pies hablan. A veces es un simple susurro y otras es un grito desagarrador. Paciencia y observancia han sido siempre nuestro lema, y de hecho tenemos pegado un post-it amarillito en nuestros monitores (no ese no, ese es el del delivery de El Noble Repulgue. Mire más a la derecha. Ahi vamos. Ese mismo. Si si.)

Decíamos. Hemos observado que muchas mujeres al llegar del verano no logran despegarse de la alfombrita del baño debido al efecto velcro de sus talones sobre la misma, o dejan las asaderas limpias cambiando esponjita de acero por manguera y talón en el patio; incluso hemos oteado a ciertos ejemplares que emulando la piedra pómez en sus extremidades andan con las can can corridas del talón para arriba; no hemos perdido de foco a aquellas que sacan las pelotitas de las sábanas y la pelusa de los pulóveres a puro talón aunque sin olvidar a aquellas que haciendo gala de una enorme flexibilidad de rótulas son capaces de rascarle la espalda al Gorr o al Bichi mientras miran la última de Bruce Willis y emiten frases del tipo: ¡Ah, seh! ¡Gorda sos una maestra!

Luego de un análisis exhaustivo de sus comportamientos y características talonísticas hemos arribado a nuestras primeras conclusiones y agrupamos a las féminas según lo que las líneas de sus talones nos han declarado. Señoras y señores con ustedes las conclusiones.

Animal: Loro.
Elemento: telgopor
Estación preferida: Wilde.
Carácter: Insoportable.
A favor: mientras que la dejen hablar se adapta a todo entorno, es como una almohada de siliconas.
En contra: tiene piojillos y cuando se lo propone es como una radio con pilas nuevas.
Consejo:
Gabriela: de vez en cuando emita un ajam.. hum.. sem.. ¡Mirá vos! Eso la mantendrá feliz. Aprenda meditación zen y nunca la lleve a bucear.
BlackMamba: hágala consumir alcohol y diviértase haciendole repetir palabras con muchas erres. Tenga siempre en su alacena semillas de girasol. Con un poco de suerte se le muere atragantada.

Animal: Yarará
Estado: embolsada
Número de la suerte: ninguno.
Carácter: es un dolor de huevos.
Costumbres: evita las carteras grandes por ser dificiles de maniobrar y no le importa estar out-of-fashion acusando vintage.
A favor: se sienta derecha.
En contra: vive con cara de culo porque las amigas le roban los candidatos.
Consejo:
Gabriela: use casco y protector bucal que esta chiquita no se anda con vueltas, al menor atisbo de que la estan mirando torcido lo encara y en un tris trás le surte un carterazo.
BlackMamba: ríase, imaginela perdiendo la piel cada tanto. Junte plata entre sus conocidos y llévela a la India a conocer algun encantador de serpientes. Tenga cuidado, éste especímen suele creerse dueña de las fuerzas oscuras, revise periódicamente su casa y tire ese muñeco voodoo que encontró en el vanitory ya mismo.

Animal: Rata.
Habitat: albañal.
Carácter: chamuyera y le gusta hacerse la sexy.
Costumbres: sacarse fotos ella sola tirando besos y subirlas al facebook. Le pone hielo y un chorrito de soda al vino.
A favor: es calladita, pero porque anda elucubrando maldades no por modosita.
En contra: todas y encima se pinta como una puerta.
Consejo:
Gabriela: llévela al cine o a cualquier lugar oscuro y solitario donde no corra el riesgo de encontrarse con amigos.
BlackMamba: Mantenga todo limpio, no la deje abrir la heladera, la rata confunde cualquier luz con un flash. Para noches hot, un buen disfraz de quesito Adler.

Animal: Manatí.
Estado ideal: embalsamado.
Carácter: no tiene.
Bebida preferida: agua ser finamente gasificada fría pero sin hielo y una cucharita para batir. En vaso alto.
A favor: no habla, come cuando le dan y ella está regia calladita en un rincón.
En contra: sus amistades le preguntan que hace con esa planta del brazo.
Consejo:
Gabriela: No la siente cerca del calefactor.
BlackMamba: vea el lado positivo es la persona ideal para llevar a ver un partido entre Deportivo Merlo y el Sanma.


Animal: Mosca.
Entorno: letrina.
Carácter: acosador y más denso que el conjunto de los número reales.
Bebida favorita: :Terma natural
A favor: a la hora de invitarla a cenar le come hasta un pancho sin papitas.
En contra: manda 90 viri-viri por hora, le pudre la cabeza y a los dos días de conocerla la quiere matar con la palmeta.
Consejo:
Gabriela: evite contestarle los mensajitos de texto y ni se le ocurra llevarla a su casa. No sea tarambana.
BlackMamba: Impregne sus palabras, miradas y gestos con una buena dosis de Baygon.


Animal: Yegua.
Estado: al trote.
Carácter:
demasiado optmista y activo. Ya cansa.
A favor: no gasta mucho en botas ni accesorios ni ropa en general porque vive de shoguineta de towel. Le encanta tener largas sesiones de sexo salvaje.
En contra: es capaz de hacerse 80 clases de spinning, tirarse en paracaídas, correr maratones, jugar pelota vasca o bajar los muebles a la baulera un domingo a la tarde; todo al grito de ¡Wooww mirá que copado, vamos! Se toma el sexo como un entrenamiento y es capaz de decir ¡Y 8 máss! en pleno acto amatorio.
Consejo:
Gabriela: o larga el pucho o la larga a ella; alguno de los dos lo va a matar de un infarto. Pruebe el sexo salvaje más de su estilo, no olvide que ud. es Morsa de Entrecasa.
BlackMamba: ¿Tiene stud? ¿No? Bórrela ya mismo de su agenda.


Animal: Hipopótamo.
Elemento: cartapesta.
Locación:
Todas tenemos una gorda en el fondo del alma, sobre todo delante de un plato de cantimpalo con pan de campo.
Carácter: simpática, como la mascota de pumper. Risueña al punto de que uno le quiere preguntar si se siente bien.
A favor: se caga de risa de la vida , agradecida, servicial y voluntariosa.
En contra: con ese culo paga doble pasaje hasta cuando va en el 60 a Tigre. Puede generar violencia y no podrá evitar enfrentarse a algun adversario porque la señorita no le corre ni media cuadra sin agitarse.
Consejo:
Gabriela: sea amable con la gorda, nunca se sabe cuando la soledad tocará a su puerta. A la suya no a a de ella.
BlackMamba: salga con su gordita, termine la noche en un hotel y luego cuéntele a sus amigos que su amigazo funciona correctamente bajo cualquier circunstancia.


Animal: Chancha
Estado: renga
Carácter: bastante apacible pero pocoseso.
Costumbres: usa ropa 3 talles más chicos y anda con la zapan al aire producto de los tirocortos que le quedan como una patada en el culo.
A favor: tiene un mundo por descubir.
En contra: ud es el encargado de abrirle los ojos a ese mundo por lo que recorrerá el conurbano con la chancha, digo la señorita, del brazo. Come pollo a la provenzal y le queda perejil entre los dientes.
Consejo:
Gabriela : tenga mucha paciencia y amor; sobre todo no la deje olvidada en los trenes y compre tic tac de mentol en los mayoristas.
BlackMamba: los buches con perejil funcionan, y la chancha es un buen escudo humano en caso de presentarse un Armageddon, nadie ignora una calza de leopardo y un top fucsia.


Cuando se Joda por Boludo no venga a decir que no le avisamos.

martes, 21 de julio de 2009

La anchoíta por la boca muere

Hace una semana que no podes dormir por la dichosa muela de juicio, pieza dental con nombre errado si las hay. Das vueltas y vueltas en tu cama pensando que la vida es una miseria y que seguramente a Carolina de Mónaco jamás de los jamases le dolió una muela.

Decidís concurrir al dentista cuando la idea de pinzas, tornos y demases se te hace más soportable que otra noche de insomnio caminando por la casa buscando Panadol en alguna gaveta.

No estás en tu país, y no precisamente en Suiza, eso hace que tengas que andar preguntando a todos los que se te cruzan con cara de Carmiña ojerosa por algún lugar a dónde concurrir y terminar con el suplicio.

Finalmente, te dan una dirección, preguntas los precios, pedís un horario, te quedas pensando que es mas barato comprarse una Glock y pegarse un tiro que pagar una extracción y completas la ficha. Perdes cinco minutos explicándole a la señorita del mostrador que tenés un solo apellido porque sos de otro país, que no sos huérfana ni nada parecido. Harta de que la infame con ínfulas de Mónica Cahen d'Anvers te mire como si fueras una extraterrestre te inventas un segundo apellido complicado y te divertís viendo como trata de escribirlo sin perder la vida en el intento.

Viernes, la cita es el viernes, vas rogándole a todo el repertorio de dioses que la cosa sea rápida y efectiva. Te acompaña el Gorr, con cara de circunspecto, pero firme como granadero de Plaza de Mayo.

Te vas relajando, cuando llaman a la señorita Montoya Shapovsinky, te levantas de tu sillita y te encaminas cual María Antonieta a la guillotine con el Gorr al lado que trata de abarajar laptop y teléfono mientras impone su presencia protectora.

Te explican el procedimiento, radiografía, inyección, recetario de antibióticos, y todo te parece muy organizado, salvo que el dentista no aparece y eso te hace mirar la ventana con ganas de saltar ipso facto. Calculas que si ladeas la cabeza con un poco de suerte cuando llegues al piso la muela se te habrá caído llevándose las neuronas que te quedan, que no son muchas. Pero cuándo ya estas despidiéndote mentalmente del mundo conocido aparece el dentista con cara de andar saboreando su viernes de juerga.

Vuelven a explicarte el procedimiento, a estas alturas crees que definitivamente la de mesa de entradas les comunico que como eras huérfana no habías recibido ningún tipo de educación primaria ni secundaria. Y comienza el procedimiento…

El tipo te inyecta el antibiótico, la anestesia, vos chequeas que el Gor siga afuera y saludas con la mano como si fueras la reina de la vendimia.

Comienza el tironeo de la pieza molar, decide partirla con el torno, porque según el, es lo que se hace en estos casos. Te parece algo extraño, pero siempre cabe la posibilidad de que alguna tatarabuela haya tenido un encuentro pasional con Mister Ed, y vos hayas heredado unos molares desproporcionados.

Y pegas el primer patadón en el sillón, pero soportas, porque sos argentina y si sobreviviste al 2001, bien podes soportar un poquito de dolor. Segundo patadón, acompañado de un grito gutural que no sabes exactamente de dónde vino, pero por la cara del dentista supones que fue todo tuyo. Al cuarto patadón lo miras fijamente y le pedís con buenos modales que ponga un poco más de anestesia. Llega al nervio de la muela y el infeliz mete el torno. Ahí ya te olvidaste de toda convención social y lanzas una puteada al más puro estilo de La Doce. El dentista transpira, salen y entran del consultorio otras aspirantes a asesinas diplomadas de mujeres huérfanas con molares complicados.

Afuera el Gorr, comienza a pensar a dónde te va a llevar un viernes a la noche, con una muela a medio sacar cuándo el dentista se de por vencido. Mientras escucha tus puteadas y patadas sobre el sillón que golpean su mente sajona y le provocan un estado de alerta inusitado.

Sacan la primera parte, seguís insistiendo que pongan anestesia o que al menos dejen que haga efecto, sacan la segunda. El tipo transpira como si el cuarto fuera un sauna, vos ya lo miras con odio, y decís frases que solo logran alterarlo aun mas, pero no te importa, el hijo de puta no se la va a llevar de arriba, esto no será gratis, toda la vida recordara cuando asesino a tu muela de juicio. Lo imaginas el lunes a primera hora entregando su diploma, renunciando a muelas, caries y entregando su barbijo y sus guantes de goma a su madre por haber fallado en su intento de ser dentista.

Termina de sacarte la muela, vos te sentís como si hubieras parido nuevamente, te dan ganas de preguntar el sexo, o el peso.

Y ahí ves que te acerca una lima, y comienza a limar “algo”, porque ya no sabes que es lo que te puede quedar en ese hueco. Y entonces das lugar a tu furia loca y mirando sus gotas de transpiración, le decís:

- Sacame ya la lima porque te cago matando peruano hijo de puta.


Jodete por boluda si te pasaste toda la vida hablando de la hermandad latinoamericana, y denostando a tus seres queridos por xenófobos.

jueves, 16 de julio de 2009

Divina vida



En la época de mi abuela y la de mi vieja a las mujeres las educaban para saberse el arroz con leche de memoria y poder practicarlo diariamente con la cabeza gacha; por lo que cuando yo era chiquita tenías que ser una nena buena y bien peinada.

Esto implicaba no hacer nada divertido como usar pantalones en los cumpleaños, no podías andar en bicicleta con caño, no podías volar en las hamacas porque se te veía la moma, no podías jugar a las chapitas en la calle con los varones y menos que menos hacer pis desde la terraza con tu amigo Rodolfito. Ni hablar de agarrarte a piedrazos con los vecinos, salir a andar en carrito de rulemanes con el hijo del dueño del taller mecánico de la vuelta de tu casa; olvidate de pulpear con Manolo - ese vecino que tenía como mascota un zorrino y olía como tal - y ni que ni se te ocurriese descuartizar las muñecas o cortarles el pelo de canecalón y dejarlas como modelo moderna. Tenías que ser la joyita de la casa y hacer caso, bajar la cabeza y decir si mamá o te enchufaban un tortazo que se te movían hasta las muelas del juicio que no te habían asomado aún.

La adolescencia. Todo un tema. El despertar de la curiosidad sexual. Otro tema. O el mismo dolor de cabeza para los progenitores. Las benditas preguntas.

- ¿Mamá que es un orgasmo?
- Hija, cuando tengas uno te vas a dar cuenta... es como que te explote la pituitaria.


Esa clase de respuestas eran un desvío adecuado del tema porque te tenían estudiando anatomía glandular como 2 meses y dejabas de hacer preguntas comprometidas. Las mujeres se debían casar vírgenes, para eso eran educadas, vigiladas y encerradas en el cuarto en penitencia, en el quincho a hacer deberes a la hora de la siesta, en el colegio todas las mañanas, en misa los domigos y con la Tía Teté espiando desde el balcón cuando tu novio te apoyaba contra la pared y por poco tocabas el timbre con el culo.

Pero en algún momento de tu vida te picaba el bichito de saber que era lo que pasaba abajo de la enagua cuando veías al chico que te gustaba y se te aceleraba el pulso; cuando le ibas a preguntar a tus viejos alguna cosita seguramente tu madre sentía que se le venía el corazón a la boca y te decía:

- Sos muy chiquita para andar preguntando eso - y con paso firme se iba a planchar la ropa sin darte pelota, si te quedabas rondándole te ponía a enrrollar las medias y chitón no se hablaba màs del tema.

O la otra respuesta - más marketinera:
- Sos muy madura vos para tu edad, me parece que nos vamos a tener que sentar a hablar un día de estos - lo que indicaba que ese-día-en-ese-momento no ibas a encontrar respuesta.

En mis épocas las mujeres eran putas o no lo eran. En eso se centraban todas las decisiones que tenías que tomar en tu vida. Si te casabas bien no ibas a ser puta. Si te separabas si. Si tu marido te metía los cuernos no eras puta. Si lo hacías vos si. Si no sabías cocinar pero sabías bailar seguramente ibas a ser puta.

Te mandaban a colegios de buenas relaciones donde en clase de higiene te decían que el sexo sí-o-sí te iba a embarazar; unos médicos te daban unas charlas donde te pasaban unos videos espantosos para laburarte la culpa y el miedo a lo loco al punto de que el ginecólogo se convirtió en el enemigo tras las sombras; donde si se te ocurría preguntar si un OB mini te desvirgaba te saltaban al cuello diciendo que nada debía entrar por ese sagrado orificio sin que eso (lo que fuere) te produjera la rotura del himen; nuestro actual amigo y posterior karma: la virtud.

Nunca entendiste que tenian que ver las virtudes teologales con las virtudes de la entrepierna pero son dogmas de fé a vos te decían que era creeer o reventar. Y creiste pero después reventaste ¡Gran valor el himen!

Después te enteraste que se te rompe andando en bicicleta o a caballo y te agarra el ataque por todas las vueltas a la manzana que te diste de chica y soñaste que dejas de ser virgen por culpa de un caballo desaforado que te corretea por los prados en bicicleta.

Una tarde de verano tomando un naranjín tu vieja te sentaba abajo de la glicina y te preguntaba si ya te habían explicado en el colegio lo de la menstruación. Tu papá temblaba ante el cuadro de la nena es estado de merecer. Me llevó un par de años largos saber que era lo que se merecía una por menstruar durante casi toda la vida y luego de escuchar durante décadas la pregunta acusadora ¿Estás indispuesta? o de que los hombres te digan "querida... estas insoPPPortable con tu SPM! estoy en condiciones de afirmar con total convicción que lo único que se merece una mujer que menstrúa son puteadas y vergüenza al tener que esconder las toallitas en el carrito del súper para que tu viejo o tu hermano no las vieran, o no poder meterte en el agua porque encima con tanto video del colegio no podías usar OB hasta - por las dudas - después de 3 meses de casada. Eso cuando está porque cuando no está más te tratan de veterana menopáusica.

Alrededor de los 15 años tenés tu primer novio de beso de verdad, pero cuando te quiere tocar una teta se liga un bollo feroz al grito de ¿Vos te pensás que yo soy así de fácil? Santo de mi vida, hoy en día si te lo cruzas te tendría que dar vergüenza saludarlo de la mano de tus hijos; ellos son el indicio de que lo puta que tenías en ese zaguán se te ha gastado con el transcurrir de los pañales, los ravioles con manteca de los miércoles a la noche y las sesiones frente a la tabla de planchar.

Tu primer novio de señorita fue mas o menos a una edad ya crecidita. Con suerte cumplís con el mandato familiar y no sólo es el primer bulto que manoteás sino que es el padre de tus hijos después de 8 años de noviazgo. Mal no la pasaste pero el pobre santo la remó como si fuera un vikingo con un ataque de caspa y el casco atorado tratando de romper con 18 años de tradición de manos quietas.

En honor a la verdad y gracias al falcon de asiento entero con palanca al volante - no a la Tía Teté que te corría con el virginómetro - no fuiste demasiado víctima de esta línea de pensamiento que obedece al mandato de no cogerás así se te despeguen las mediasuelas febo debido a las calenturas, pero no pudiste evitar ser parte de inconciente colectivo de las chicas de tu edad y cada vez que bailabas lento te acordabas de los videos del colegio y te agarraba el Sindrome del Mamut Extinto(freeze) mientras que al santo varón le daba el de Tu Sam (duro-duro).

Mientras transitaste la etapa investigativa te dedicaste a analizar un poco el tema este de los besos y las cosas que producen a nivel fisiológico. No la pasaste mal y descubriste que no estaba tan mal eso que te censuraron durante tanto tiempo desde el laburo subliminal de los videos del colegio y si es así al menos te planteas que en el infierno el clima y la compañía seguro son más favorables.

El tiempo pasa y tus amigas se casan, te viste mil revistas novias, ya vas por el tercer novio casi estable y se te da por el lado de creer que la felicidad perfecta es el cuento de hadas, la gota que horada la piedra de tanta monja y novena rezada, que la familia que te vendían desde la propaganda de lavarropas y planchas con madres que tienen una jarra de jugo en la mano y mil chicos alrededor cantando en rondas perfectas es lo ideal en ese mundo tan de mentiras que hasta el siempre libre se tiñe de azul y no existen las propagandas de los productos para alivar el dolor de juanetes.

Agarrá un marido laburador, añadile un par de hijos un domingo a la hora de la siesta concebidos entre 3 suspiros pequeños, agregale por gotitas una linda casa y batí bien sin pensar mucho. Cocinala durante 15 años en horno tibio - muy tibio - y te sale la Torta de la Divina Vida.

Eso si, te aclaro por si las moscas: es una torta sin huevos y sin un ápice de joy de vivre. Después no te quejés y no digas que no te avisamos y recuerda - mushasha loca - que viene con reproductor de mp3, celu de última generación, descuento en las grandes peluquerías, una vez por año vacaciones a la playa y cada quinquenio lo mismo pero en Brasil; porque no es lo mismo la caipirinha que el clericó y que los chicos rompan las caramañolas en portuñol no tiene precio.

Ellas cocinan, lavan, planchan, crían hijos, hacen las compras, lustran los pisos, limpian los baños, llevan a los chicos al cole, hacen la comida, lavan los platos, se peinan, se lustran y una vez por semana lustran al marido. Tienen todo lo que siempre ansiaron en tanto domingo en misa de patitas cruzadas, lo que siempre pusieron sobre el tapete a la hora de bailar lentos con el papafrita lleno de acné de turno. ¿De qué posible infelicidad me están hablando?

Ahh! ¿Pero es que acaso también querían tener una vida propia y digna de ser vivida? ¡Que se jodan por boludas!

sábado, 11 de julio de 2009

Madre hay una sola

Todos los días ese mismo colectivo, que te llevaba de la nada a ese futuro que deseabas, tan tuyo, tan luminoso. Subías al transporte público y te dedicabas durante la hora de trayecto a cuidar tu traste de manos extrañas. Años duros los de la facu, tostados compartidos en el mismo bar, piruetas insospechadas para conseguir los apuntes, y tus bolsillos eternamente vacíos. El país un caos, amigos que perdías en aeropuertos o jamás sabrás dónde.


La negra te decían, portadora de un cuerpo de garza como te gustaba definirte. Tu metro ochenta y pico haciendo malabares en ese tren mientras estudiabas intentando no caerte o ser arrastrada por la turba en alguna estación equivocada.

Sola te recibiste, fuiste a recibir tu diploma con tu única blusa presentable, la misma con la que ibas a hacerte los chequeos médicos, y algún que otro velatorio. Fuiste sola como siempre, porque parecía no importarte el hecho de ser la loca de la familia que no quería formar una familia y sólo ansiaba una carrera. Renunciabas al batón conscientemente por un trajecito sastre. Porque no querías un trabajo, vos querías una carrera, pero ellos no entendían la diferencia, porque las leyes te parecían más importantes que el punto nieve o la importancia de la regla en el corte de la mayonesa. Abogada con honores rezaba el papel, y te quedaste pensando que tanta ciudad atravesada desde aquel lugar, había valido la pena. Eras la primera en tu familia que había accedido a una carrera universitaria, desde que se bajaron del barco y se instalaron en las afueras de la gran ciudad.

Seguiste trabajando, de tu primer matrimonio te quedo un perro, deudas interminables y las obras de Marx completas. Cansada de ver a ese hombre fagocitado por las sábanas y sus comentarios paralizantes, diste el portazo, con el pichicho a cuesta, para empezar de nuevo, para no caer en el vacío.

Con los años, conseguiste un nuevo marido, y un nombramiento importante, solo faltaban los hijos que la naturaleza te había negado y adoptaste dos nenas.

Compraron ese petit hotel en un barrio divino, lo decoraste, fuiste capaz de volver a tu antiguo lugar y una noche con dos Ruttini encima volviste a tu casa paterna para robarte el enano de jardín que te había visto crecer, con tal de no perder los lazos con tu pasado. Todavía te reís recordando esa noche, dos jueces prominentes saltando una tapia y cargando al dichoso enano. Como si ese enano te recordara día a día de dónde habías venido, como si eso fuera necesario.

Recibiste a tu familia en al fiesta de inauguración de tu nueva casa, todos miraban expectantes cada cuarto, las escaleras de mármol, la terraza con pileta. Tu mamá miraba todo con cara de estado de coma, hasta que se decidió a dar su veredicto:

-Tu prima Graciela se compro un departamento divino en Villa Luro…

Y dejando el comentario ahí, siguió tomándose su Merlot, mientras no soltaba la cartera portadora de su Corega.

Y ahí pensaste en Graciela, en su departamento de dos ambientes, en su secundario sin terminar, en sus batones horribles y te jodiste por boluda porque pensabas que para tu madre habías hecho lo suficiente hace muchos años atrás.

domingo, 5 de julio de 2009

Una mujer inolvidable




Después de no se acuerda cuantos años de vivir en el mismo departamentito de Almagro y de laburar como secretaria en un estudio jurídico donde la tenían dele que te dele con el café, el lex doctor y los teléfonos ardían por los clientes insatisfechos, Dolores se pudo mudar a otro departamentito pero esta vuelta en ese pedacito de Belgrano pegadito a Palermo. Casipalermo.

No era una mina de las que se dicen joven, pero tampoco estaba entrada en años… se podría decir que estaba en el punto más jugoso de la vida. A punto. A punto de que si no se casa ya pasa a ser una solterona como dice la Tía Teté; para colmo de males Dolores tenía un gato siamés llamado Mathew que la esperaba por las tardes y eso, también según la Tía Teté, era sinónimo de vejez prematura, mejor comprate un perro Lolita, así te vas a jugar a la plaza y por ahí te cruzas con algun posible festejante que se te va la vida y vos con ese gato roñoso y la alacena llena de wiskas decía la tía mirando con asco al pobre Mathew.

Dolores, ya con la neurona limada por la Tía Teté, andaba con muchas ganas de conocer a un señor que le hiciera los fines de semana un poco más tibios de la cintura para abajo y por ende menos solitarios. Ansiaba tener una relación calma donde los sábados después de compartir la letanía la siesta cambiaran la cinta de la persiana entre risas cómplices y tal vez en su fuero interno demostrarle a la tía que viejas son las bombachas con elástico y que ella todavía provocaba algo - que hasta podría decirse que distaba se ser asco - en los hombres.

Una tarde acusando ser la única pariente cercana a sus afectos la Tía Teté la llama por teléfono diciéndole que se sentía mal. Cuando Dolores llega a su casa se anoticia de que en realidad la tía se había caído de culo atrás del sillón tratando de enchufar una lámpara que encontró en un baúl viejo y estaba con una cadera hecha puré; por lo que Dolores parte rauda con gato y todo a mudarse a lo de Teté por - tal como dijo el médico - unos pocos días que terminaron siendo cada uno un eón.

Fue en esos días en que se cruza varias veces con él. Un señor cuarentón, simpático, agradable, portador de un cabello que no era frondoso pero al menos lucía un divino color de fábrica desteñido por el tiempo; visitaba a su madre en el 5to piso justo arriba de la tía de Dolores; por lo que se comenzaron a encontrar en los pasillos, frente al ascensor y hasta en el cuartito de la basura.

Él chillaba que su madre era sorda como una tapia y se ensordecía más con los programas de chismes pedorros que acostumbraba mirar y Dolores trataba de contener a su pobre gato de un suicidio violento debido a que la Tía Teté, acusando no soportar los pelos que el felino desparramaba, le daba de bastonazos en cuanto lo tenía a tiro.

Una cosa lleva a la otra, una queja lleva a un suspiro, un suspiro a una mano en el hombro y una mano en el hombro a un beso robado al lado de la bolsa de de basura dominguera y se intercambiaron los teléfonos en vista de la proximidad del alejamiento. Ya con la tía recuperada Dolores vuelve a su acomodado departamentito de Casipalermo y comienza a tener los otrora desocupados y poco felices fines de semana un poco más ocupados y risueños debido al señor del cuartito de la basura del 5to piso.

Una tarde charlaban de la vida y él le dijo que hacia relativamente poco que había cortado una relación muy fuerte con una novia que tuvo durante mucho tiempo con la que se estuvo por casar y que eso hacia que se tomara las cosas con más calma, que estaba pasando por una etapa de búsqueda de su esencia y trabajando en terapia sobre un yo más seguro porque su novia le había dicho que iba a volver, pero eso fue hace como 3 años; que a veces el recuerdo le venia por oleadas y le costaba mucho superar esa etapa de desamor, pero que con paciencia y mucha voluntad todo se logra en la vida.

Ella lo escuchó atenta con cara de estúpida enamorada y se imaginaba todo lo que ese hombre había tenido que superar debido al abandono sorpresivo de la mujer que había sido, al parecer, el amor de su vida y le costaba tanto olvidar. Pobre tipo, pensaba... y con cara de pánfila ilusionada le ofrecía más té junto con un pañuelito de papel sucumbiendo ante su sonrisa. Él decía que le hacía bien estar con ella, pero aún conservaba una foto de la ex en la billetera.

Lola creyó reconocer la cara de una modelito que había visto en una revista Tejidos pero él le dijo que en realidad ella era muy hacendosa y lo que seguramente le resultaba conocido era el saquito. Uno a uno se tragó todos los scons con tecitos de frutos rojos y las palabras de ese hombre.

Se jodió por boluda cuando 3 domingos mas tarde estando de visita en lo de la Tía Teté lo sorprendió en el cuartito de la basura gran charla con la morochita tentocita y compacta del tercer piso. En su mano el celular y una revista recortada.

 
JODETE POR BOLUDA © 2008 Template by Exotic Mommie Illustration by Dapina