Novio entero quiero yo

Revisando cajones, porque una de vez en cuando se pone a ordenar la cucha a fondo, he descubierto este documento invalorable que intuyo será disfrutado por nuestra nunca bien ponderada platea masculina. Las señoritas nos retiramos al fondo, los dejamos leer solitos, darse codazos, emitir puahhh, faaaaa, y algún comentario machista del que algunos tanto disfrutan. Luego, ya merendadas con las uñas divinas, daremos nuestra replica, porque somos así, jodidas y no nos gusta dejarlos disfrutar demasiado.
Los siguientes consejos, se publicaron en marzo de 1946, en una revista femenina, que desconozco, por el tenor de lo publicado supongo que alguna quemó esa editorial con justa razón.

DIEZ CONSEJOS DE STEVENS PARA EL NOVIO.

No cedas ante una lágrima, porque luego tendrás que ceder ante una orden.

Acá el temita es no ceder parece, no ceder jamás, ni ante las lágrimas, ni ante la familia, ni el asiento en el colectivo, y ni hablar de ceder y sacar la basura de vez en cuando. Por estas cosas lloramos desnudas.

No acostumbres a tu novia a los regalos. Que te quiera por ti, y no por interés.

Ni una flor, el interés de sentirse halagada de vez en cuando, aunque sea con un Shot es algo espantoso, propio del sexo débil, que anda siempre pidiendo atenciones realmente molestas.

Discute con ella sin acalorarte, porque si te exaltas y dices una palabra fuera de lugar, después tendrás que pedir disculpas.

Nótese el claro mensaje, el tema no es parecer un desquiciado, ni actuar como sociópata, para eso tenían derecho, el problema es pedir disculpas algo sumamente molesto para su impronta de macho.

No beses a tu novia. Todo lo más, en la mano. Que sepa ella que concedes importancia, a eso, que puede ser el principio de tu debilidad.

Y luego llego Victoria´s Secret y otras yerbas, para alimentar la debilidad masculina y hacerla añicos.

No vayas a menudo a ver a tu novia. Un hartazgo de visitas puede traer como consecuencia el aburrimiento. Y cuando este empieza, comienzan a surgir los defectos.

Cosa que evidentemente no pasaba en el matrimonio, donde las visitas se transforman en soporíferas presencias, y los defectos en el pan de cada día, de ambos lados claro está.

No prometas “yo seré un marido modelo”. Ningún hombre es capaz de serlo, y si faltas a tu promesa pasaras por mal caballero.

Ningún hombre, lo dice clarito, ninguno. Pero hay modelos y modelos, un marido Bugatti por ejemplo te queda bien pero te hace desprolija, un marido Fiat 600 es cómodo pero te acalambra las pantorrillas.

No pienses que el teléfono de la casa de tu novia es de uso exclusivo tuyo, y no entables largas charlas telefónicas. Estas son las más mentidas, porque no se ve la expresión de los rostros.

Y de estos consejos sacaron seguramente la manía de mirarte a los ojos sin interrupción para luego preguntarte que estas pensando cada media hora, y la costumbre de mandarte sms que una tiene que contestar mientras amasa la pasta, o se trepa a un colectivo.

No comprometas a tu novia, delante de gente con demostraciones demasiados afectuosas. La malicia y la sospecha van muy lejos, y no podrás detenerlas cuando quieras, porque el final de su viaje es la calumnia.

Calúmniame toda, calúmniame.

Enseña a tu novia, que ha de ser tu futura esposa, a desligarse un poco de las tonterías sentimentales y a considerar la prosa de la vida.

La prosa de la vida, esto es genial, que demonios es la prosa de la vida, quiero que alguien me explique ya mismo. Las facturas de Edesur,¿ son la prosa de la vida?¿ las listas de supermercado, son la prosa de la vida?

Permanece siempre el mismo, y si tomas una resolución, cúmplela. La firmeza de carácter es una de las cosas que, aunque les moleste, mas admiran las mujeres.

Con esta estoy de acuerdo, me resultan insoportables los hombres flojitos de carácter, o con el si fácil.