Ahí estaba paradito en ese velero precioso,con esa bandera de rolex al costado, esa semipanza cincuentona y unas entradas incipientes muy mal disimuladas... te gustó; cuando giró su cabeza te vio mirándolo sin disimulo y sonriendo.
Te dijo “que linda sonrisa” le dijiste “gracias!” y te agarraste de lo que pudiste para remar un diálogo potable. Que dónde regateaba, que con qué barco, que Frers modificó no se que cosa, que la orza, que el calado y que el bergantín y los 70 marineros. Vos lo dejaste hablar desde el comienzo sin poder abandonar la cara de inocente virgencita sin fecha de vencimiento, la que con los cuarenta largos te hace ver más como una marmota con presbicia. Él habló, habló y habló. Lo dejaste hablar y habló y habló. Escuchaste, escuchaste y escuchaste.
Salieron a cenar, Puerto Madero y las pastas de Campo dei Fiore eran un escenario precioso. Aunque en tu imaginación de la escena nunca figuró el factor “no hay lugar para estacionar, dejemos el auto del otro lado del puente” en una noche de viento. Después del primer plato y antes de la tercera copa de vino te enteraste que en vez de parecer una diva en un descapotable con la brisa de la costa de Niza en la cabellera te parecías más a un avestruz reventado a cascotazos por una horda de zulúes, pero eso no afectó tu buen humor y te alisabas el avestruz - digo el pelo - revoleando las manos como los Locomía.
Esa noche fue maravillosa. De ahí se fueron a San Telmo a tomar café y charlaron de bueyes perdidos y de avestruces encontrados. Charlaron de gente en común, de gustos en común, hicieron turismo por todos lugares comunes conocidos y te acordaste de Pachi, Gachi y los de sagitario también.
Al día siguiente el textito de rigor “me encantó conocerte, vale la pena el sueño que tengo hoy”, que bla bla que si que no, quedaste en verlo cuando pudieran coordinar agendas. Vos estabas contenta che. Con avestruz y todo, pero contenta. El domingo a la tarde te invitó a tomar un heladito, te puso un beso, cuando te ibas te pegó una palmadita en el upite y vos con esa cara de tarambana sonriente te sentiste bonita y mujer otra vez.
Durante dos o tres días estuvieron que viri viri que ñongui ñongui y dale que dale con el telefonino. Un dia te invita a la casa, te prepara un asadito, se sientan en la galería a tomarse un vinito que otra copita y si.... apagado el aire acondicionado te pusiste el camisoncito de salir y te metiste en la cama donde voló el camisoncito de salir; al rato cuando el señor roncaba como un lirón a vos te agarró como un friito y manoteaste lo que había. Un edredón. Solo. Pelado. Lo oliste, lo miraste como pudiste con un poco de desconfianza.... y te tapaste deseando que hubiese una sabanita de arriba para separar de vos a toda la gente que debía estar pegada a ese edredón.
Con el beso de buen día llegó el café. Sumó un par de porotos grosos. Te trajo el cafè a la cama! Vos manoteaste el edredón nuevamente y con el primer sorbo preguntaste con esa voz de carrero patagónico que te sale a la mañana “mmñmñm hola, no tenés una sabanita de arriba?
Paaaaaaara queeeé!! para qué preguntás esas cosas???? no te das cuenta de que no hay sabanita de arriba?? Boquifloja gaznápira pocoseso paparula!!
Que no, que no tengo, que si querés una te la vas a tener que traer de tu casa, pero que si vos entrás por una puerta con la sabanita de arriba yo salgo por la otra porque para eso tengo una casa con dos puertas; que no tiene ganas de convivir con nadie, que la culpa es tuya que le hiciste apagar el aire acondicionado, que él usa el edredón solamente y es feliz así. Te sacó la tacita de café de la boca, te puso cuatro besos, te sacó el edredón de encima y sin decir agua va te mostró los abedules que se asoman junto al huerto.
Vos lo escuchaste. El que no se escuchó fue él porque a las 2 semanas te manda un texto “por qué desapareciste?” y con el telefonino en una mano, una costillita de asado en la otra y mirando esa pantallita infame con la cabeza de costado recitás como un mantra “me habré jodido por boluda una vez más, pero la sabanita de arriba no se negocia”.
11 ponen carita:
Pongo carita.
Con respecto a la sabanita, o mejor dicho al sabanero, creo que lo único que se puede decir es "parrr favaaaaaaarrrr".
¿Tánto escándalo? Si fuera un cepillo de dientes, se lo entiendo, pero acá el que se jode por boludo selotrro, nena, esselotrro.
Flojito el pirat... er, el capitán de los siete mares: la hubiera tapado con una vela de barco y era Gardel y Lepera, en vez de Leguisamo Solo.
Señor F, no se que es mejor: si que a una le digan que no tienen un cepillo de dientes extra y le armen un escándalo por no portar el propio o que en un gesto que debería ser de caballero saquen un paquete de 100 blisters individuales de colgates colores surtidos.
Klaus eso pasa por hacerle caso a Don Freeman con los consejos modernos... una calla y escucha porque lo que él tiene que decir es siempre más importante... si una fuese un poco menos contemplativa de las emociones ajenas sale corriendo al grito de "metete la sabanita de arriba, la de abajo, el sommier y las dos puertas en el culo, zopenco!".
Hay mucho histérico suelto que se largan esta clase de planteos. Hacen como los perros, marcan territorio y si los cuestionás peor!! La otra vez un candidato a Gor que se mancó en la largada, pues no pasó de la cena, sin que yo planteara nada y siquiera le hiciera la más mínima pregunta me largó muy suelto de cascos "los domingos son sagrados, son para el fútbol o la carrera" y yo pensé para mis adentros ¿Y quién le habrá dicho a este pánfilo que compartir con él algún domingo entraba en mis planes? Taxiiii!!!
A mi la sabanita de arriba me la das, si querés poner una excusa para dejarme en pelotas, inventatelá vos...pero con la sabanita no eh, no!
Más vale que ese señor sea sueco o noruego, porque edredón sin sábana es el edredón nórdico. Si no, es una vulgar colcha de Arredo con la cama a medio hacer.
Esto es lo que pasa cuando andás leyendo revistas trendy y te querés hacer el ciudadano del primer mundo, pero no, vivís en Argentina.
¡¡La sabanita de arriba es sagradaaaaaaaaaa y NO se negocia!!!!!
Aunque estando ya todo perdido (?) yo le hubiese constestado a ese mensajete dónde el muy bagarto me -y se- pregunta “por qué desapareciste?” con un: 'cuando sepas lo que es un juego de sábanas,lo charlamos Gorrrrrr'... ;)
P.D.:Y yo que creía que a los señorones les encannnnnta la sabanita de arriba aunque sea para hacer levitar sus flatulencias... ==?
jajajajjajaajjaja
BESOS Y ALMOHADAS
Vero es que no se escuchan.. no SE escuchan! Si tanto miedo le tienen al compromiso (y a las mujeres) que se queden a vivir en el vestuario del club.. al menos hasta que una proponga ir a tomar mate a la costanera un domingo que mantengan la boca cerrada hasta que les llegue el momento...
monchita, pequeña saltamontes la sabanita no se negocia!
Almita el edredòn nòrdico tbm lleva una sabanita.. que es la funda. Esa funda se cambia como si fuese una sabanita de arriba. El incumplimiento del cambio o la no existencia de la funda sabanera del edredòn califica trendy berreta... si si!!
GABU yo creo que a veces no hay que dar tantas explicaciones.... recuerde que somos boludas no educadoras de boludos :)
Nooooo... sabanita no se negocia!
Y menos con semejante histérico de libro!
Por favorrrrr... y luego como si nada.
ay, ay, ay....
Si marca territorio abre el paraguas. Te tacho la doble
Si se hace el boludo y te deja hacer de puro calentón y después no te vuelve a llamar es un garca. Te tacho la doble.
Si no tiene cepillo extra, un miserable desconsiderado. Si tiene, un pirata. Te tacho la doble...
¿conocen el chiste de "¡Ma que catzo querés?!"? ¿no tendran Uds. miedo al compromiso?
¿¿¡¡¡cómo andás tanto tiempo???!!!
hola Brasil!! tantos años! jajaja
Espero que todo eso que decís sea por tu cuenta y firma porque yo suelo andar con mi necessaire de cremas y cepillos de dientes al hombro sin inconvenientes.
Yo ya no quiero que me quieran, conque no me rompan las caramañolas me alcanza!!
Gracias Mecha por sus comentarios. Veo que somos varias las que nos acorazamos tras la sabanita de arriba!
salud y pesetas!
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